El siguiente artículo contiene expresiones cargadas de rabia pero, al mismo tiempo, una pizca, muy sustancial, de esperanza. Si decides leerlo no lo abandones hasta llegar al final y, si así lo haces, por favor comparte tu sincera opinión en los comentarios.
¿Quien tiene la culpa?
Siempre lo he dicho y cada vez estoy más seguro de ello: "
El gran problema del Perú es que está lleno de peruanos!".
Quienes creen que es culpa del gobierno, la economía mundial, la falta de tecnología, o cualquier otra excusa, simplemente no quieren ver la triste realidad: Los peruanos quieren estar como están, ellos así lo han decidido y listo.
Me desagrada perder el tiempo como simple espectador de las idas y venidas de los politiquillos locales, odio escuchar las clásicas -y repetitivas- quejas del día a día, así como las vanas esperanzas que algún día algo mejorará por arte de magia en este país.
La verdad es que nada cambiará con simplemente quejarnos mientras seguimos siendo parte del sistema.
Los problemas de gran parte de la sumisa población peruana son debidos a su propia inacción y años -¿siglos tal vez?- de agachar la cabeza, prefiriendo el camino fácil de la bestia de rebaño, un estilo de vida promovido también por varias religiones, pero de religión hablaremos en otro momento.
¿Y a qué viene todo esto?
Estos comentarios son debido a que hoy leí algunos periódicos locales y me enteré que el presidente del Perú, Alejandro Toledo, va a denunciar al congresista opositor Rafael Rey pues este se refirió a él como un "delincuente" y lo responsabilizó de ser “cabecilla principal” de la falsificación de firmas de País Posible, partido de Toledo.
(Nota: La falsificación es un deporte practicado por muchos en este país, especialmente por políticos)
Se trata de una denuncia por 10 millones de soles (algo más de 2.5 millones de dólares) y que además exige tres años de prisión para el congresista.
Rey no es un tipo que me caiga muy bien, pero es cierto que para algunas cosas no se queda callado. Lo cual está bien.
Lo gracioso de este caso es el escándalo armado por Toledo, según él las expresiones del congresista también afectan a los ciudadanos que se sienten representados por él como gobernante de la nación.
Señor Presidente
¿Acaso no sabes, permiteme tutearte, Alejandro, que haber sido elegido por la mayoría no debe ser algo de lo cual sentirse orgulloso? Leí alguna vez el comentario de una analista acerca de qué podemos esperar de políticos que han sido elegidos por la mayoría, estando la mayoría compuesta en gran parte por ignorantes y marginados.
Incluso he leido que los 10 millones de soles, en caso de ganar el juicio, serían para los hijos de los lustrabotas. ¿Y eso que demonios tiene que ver? ¿Realmente nos importa? Digo, bien por los lustrabotas, o mejor dicho por su hijos, futuros millonarios en caso que "ganes", pero a quien le importa estos lios entre políticos! ¿Es que acaso todo se trata de dinero?
La mayoría de nosotros solo deseamos hacer algo más interesante con nuestras vidas, y cuando digo nosotros me refiero a seres humanos de mediana inteligencia -desafortunadamente, un grupo cada vez más reducido en este planeta.
En suma, no deberías sentirte tan ofendido por ser tildado como "delincuente" o "cabecilla", esto último al menos presenta la posibilidad de que algún ingenio debas tener, aunque no canalizado adecuadamente, claro está.
Y ahora que estamos en confianza,
Estimado Alejandro:
Dejémonos de niñerias, ¿Acaso no sabes que millones de peruanos a diario te llamamos "idiota", "animal", "cholo estúpido" y mil cosas más? Es tan habitual escuchar una conversación como esta:
-"¿Sabes la última del cholo?"
-"¿Y ahora que burrada hizo?"
Lo digo como amigo, sin intención de ofender y con la mayor honestidad, si eres picón, como muchisimos cholos en este país lo son, es otro asunto.
Y ojo que el término
cholo no lo aplico en el aspecto étnico sino más bien en el cultural, he tenido la suerte de viajar por este país y conocer muy buenos amigos de todas las razas, hay gente muy buena, sin importar el color de la piel. Por supuesto que también me he topado con blanquitos que se comportan como auténticos patanes, unos verdaderos
cholos blancos.
¿No crees que todo esto es síntoma de algo? Una enfermedad que no se cura con millones de dólares en marketing e imagen. Yo creo que simplemente debes querer hacer las cosas bien, si tienes una sarta de estúpidos a tu alrededor pues deshazte de ellos. Si no puedes hacer eso entonces realmente siento lástima por tí: Eres sólo un títere.
Dime, ¿Porqué es tan dificil? Todo hemos cometido errores, muchos de nosotros tenemos secretos, ¿Tanto te interesa tu reputación -que ya está por los suelos dicho sea de paso- como para olvidar que tienes la capacidad de poder ayudar a muchos en este país?
Y cuando hablo de muchos no me refiero a los más necesitados, ellos se conforman con migajas y no ven mas allá del plato de comida en la mesa de hoy, tu y yo lo sabemos, sé lo que piensas: "Ellos son los votos", y no te rias, no eres tan complejo como puedas pensar, en realidad los seres humanos somos muy simples, a veces.
La realidad es que los más necesitados no serán los creadores de una nueva sociedad, no, me refiero a nosotros, a los que podemos de alguna u otra manera ayudar a cambiar las cosas, a seres humanos con ideas de un futuro mejor por el simple hecho de saber que somos capaces de lograrlo, es más: ¡Lo merecemos!
A veces creo que me hubieras caido bien si te conocía en tus épocas de lustrabotas -por cierto ¿Es eso verdad o sólo un cuento que sirvió para ganar la simpatía del gran rebaño?- Lamentablemente hoy no te tengo en gran estima.
Lo siento mucho pero te lo has ganado, al parecer este país te importa un comino y bueno, si quieres denunciar a cada individuo por expresar sus ideas dale, podrías hacer muchos millones con todos esos juicios, hipotéticamente claro está, por que el poco dinero que existe se va en pagar carros de lujo, guardaespaldas, sueldos de burócratas y viajes interminables, tuyos y de tus amigos.
Estoy seguro que bastantes problemas en esta sociedad se podrían resolver si somos honestos y decidimos realmente vivir mejor. Siempre he pensado que resolver los problemas del mundo no es sólo una utopía, sino una cuestión de voluntad. La voluntad de muchos.
Bueno Alejandro, y tu también, estimado lector, si has llegado hasta aquí espero que estas líneas ocupen un minúsculo instante de tiempo en tu mente. Piensa: ¿Realmente tienes la capacidad de cambiar las cosas?
Imagina muchos años en el futuro, quizás cuando ya no estes, y tus nietos digan: "¿Recuerdan cuando este país era una pocilga? Mi abuelo fue uno de los muchos que participó y ayudó a transformarlo en lo que es hoy, una nación cuya gente, sin importar en que parte del mundo esté, podrá siempre levantar la cabeza y decir, con el mayor orgullo:
Yo soy peruano".
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